lunes, 20 de febrero de 2012

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Vacunar a los niños en las comunidades más difíciles de alcanzar de Haití 

© UNICEF Haiti/2011/Nybo
Marie Lucie Osias lleva a su hija Miana, de 6 meses, a una clínica que recibe apoyo de UNICEF en Cap Haïtien (Haití) para que la vacunen.
Por Benjamin Steinlechner
CAP HAITIAN, Haití, 23 de enero de 2012. No hace falta un terremoto para matar a un niño. Mucho más a menudo, los niños mueren por algo menos dramático y más insidioso: la enfermedad.
Esta es la razón por la que Marie Lucie Osias espera pacientemente en el centro médico-social Lafossette de Cap Haïtien para que vacunen a su hija Miana, de 6 meses de edad. Miana se retuerce cuando una enfermera le inmuniza contra la difteria y el tétanos.
Cuando la intervención termina, Osias suspira con alivio. Perdió a dos de sus cinco hijos en el terremoto de enero de 2010, una catástrofe que costó miles de vidas. Cuidar al resto de sus hijos para que no contraigan enfermedades prevenibles se ha convertido en una prioridad.
Afortunadamente, vive cerca de una clínica que recibe apoyo de UNICEF, una más de los cientos de centros que hay en Haití. Allí, Miana sigue las rutinas de vacunación, una forma sencilla y muy eficaz de protegerse contra la poliomielitis, la difteria, el tétanos y el sarampión-rubéola.
Sin embargo, no todos los compañeros de Miana reciben este tipo de vacunas.
Llegar a todos los distritos
Según las estadísticas de 2009, el 30% de los recién nacidos no están protegidos contra el tétanos y sólo el 59% de los niños menores de 5 años están inmunizados contra la poliomielitis o el sarampión. Las tasas de inmunización contra la difteria, el tétanos y la tos ferina se mantienen entre el 59 y el 83%.
Para remediar esto, UNICEF ha adoptado un enfoque dirigido a llegar a todos los distritos (RED por sus siglas en inglés) cuyo objetivo es asegurar la inmunización de todos los niños y niñas de Haití. Este innovador proyecto se pone en práctica actualmente en África, en comunidades donde a menudo no se han realizado las inmunizaciones sistemáticas.
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Miana, de seis meses, espera que le vacunen en una clínica que recibe apoyo de UNICEF en Cap Haïtien (Haití).
RED ayuda a planificar y gestionar los recursos, llegar a las poblaciones seleccionadas y vincular servicios con las comunidades. RED también facilita la supervisión y el seguimiento de apoyo para la acción. Este enfoque ha mejorado la comunicación entre las comunidades rurales y los trabajadores de la salud, además de aumentar la cobertura de vacunación en África.
Esta iniciativa funciona también en Haití.
"Los resultados han sido excelentes", dijo Jean-Claude Mubalama, jefe de Salud de UNICEF en Haití. "En algunos de los 36 municipios en los que hemos decidido centrarnos se ha producido un cambio en la cobertura de alrededor del 10% a alrededor del 80%".
El gasto vale la pena
El Gobierno, con el apoyo de UNICEF, la Organización Mundial de la Salud y otros aliados, lleva a cabo días suplementarios de vacunación. Durante estos días, los vacunadores visitan las comunidades para inmunizar a los niños que no pudieron visitar las clínicas para recibir las vacunas sistemáticas.
"Pero nos dimos cuenta de que hay comunidades a las que no llegábamos, ni en estos días adicionales ni con las vacunas sistemáticas", dijo el Dr. Mubalama. "Se trata de comunidades que se encuentran en zonas donde resulta muy difícil llegar, situadas en lo alto de las montañas o al otro lado de los ríos".
RED está cambiando esto, mediante la prestación de asistencia a los 36 municipios con menor cobertura de vacunación. Con el apoyo de UNICEF y la OMS, el Gobierno ha estado enviando pequeños grupos a las comunidades más remotas una vez por semana o por mes.
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Los progenitores aprenden sobre la importancia de la inmunización antes de que sus hijos reciban vacunas gratuitas en una clínica que recibe apoyo de UNICEF en Cap Haïtien (Haití).
Sin embargo, esto supone un costo.
"Cuesta alrededor de 7 a 20 dólares estadounidenses vacunar a un niño en un lugar normal, pero en estas zonas difíciles de alcanzar, a causa de combustible y el tiempo que se tarda en llegar, el costo está más cerca los 30 a 40 dólares por niño", afrimó el Dr. Mubalama.
Sin embargo, cada niño vacunado ayuda a proteger a las comunidades contra enfermedades y muertes que se pueden evitar.
Otros esfuerzos están aumentando aún más la protección de los niños contra las enfermedades. UNICEF y la OMS han ayudado con éxito al Gobierno de Haití a solicitar la ayuda de la Alianza Mundial de Vacunas e Inmunización (GAVI), una alianza entre los sectores público y privado centrada en salvar vidas mediante un aumento en el acceso a la inmunización. Esta ayuda permitirá a UNICEF y la OMS introducir tres nuevas vacunas a Haití durante los próximos dos años.
Para Osias, vale la pena el gasto que supone realizar estos esfuerzos. "Las vacunas evitan que mi bebé se enferme", dijo. "Hay fiebre tifoidea, que puede provocar discapacidades. Hay una enfermedad de la garganta que puede dificultar la respiración, de modo que las vacunas son buenas para todas ellas".
En pocas palabras, "están protegiendo la vida de mi hijo".